Termina una semana que trae visos de tormenta, para un Internet en el que exista libertad para el intercambio de ideas e información. Esta semana empezó a discutirse en el Congreso de los Estados Unidos la llamada ley SOPA, Stop Online Piracy Act, que es algo así como la materialización de los sueños húmedos de los altos ejecutivos y los abogados de la industria del entretenimiento. La mencionada ley busca responsabilizar de posibles violaciones de copyright no solo a los dueños de páginas, sino que lo extiende a prestadores de servicio de hospedaje, administradores de dominio y pagos electrónicos.

Si este proyecto se convierte en ley, lo que puede pasar es que un dueño de material sujeto a derechos de autor, puede denunciar a una página de Internet, en la que sospecha se están violando sus derechos. Con esta denuncia, tanto el servicio de hospedaje de esta página, como su prestador de servicios de comunicación y su eventual proveedor de servicio de pagos electrónicos, están obligados a suspender de inmediato estos servicios, y ya después se hará la aclaración pertinente. Sobra decir que si no actúan en consecuencia, serán sujetos de acciones penales.  En el Tercer Reich estarían verdes de envidia ante este gran logro del Congreso de los Estados Unidos, ni los chicos de Adolfo se atrevían a tanto tan rápido, sin duda el mundo es de los audaces.

He comentado muchas veces, el creciente activismo de la industria del entretenimiento en contra de la distribución de contenidos de forma electrónica en Internet. Los señores no se han tentado el corazón en demandar desde empresas hasta personas de la tercera edad y ahora han comprendido que la mejor defensa es el ataque y han decido que crear un ley a modo con la complicidad del Congreso norteamericano es la mejor manera de conseguir sus objetivos.

Copiando las técnicas utilizadas contra Wikileaks, a quien le cortaron los servicios de hospedaje en Amazon y la recepción de fondos vía Paypal, la industria del entretenimiento ha realizado un generoso maiceo, a los legisladores americanos. Se estima que en los últimos meses, las aportaciones de la industria a las campañas de legisladores de ambos partidos ha alcanzado la escandalosa cifra de 200 millones de dólares. Lo bueno es que son acciones realizadas en el marco de una democracia de primer mundo y no en una república bananera adscrita al cuarto mundo.

Y aunque las reacciones de la industria de Internet, encabezada por Google ha sido radical, eso no impidió que el miércoles se realizara una audiencia con los dados cargados a favor de la industria del entretenimiento. Google fue el único participante en contra de dicha ley y fue literalmente atacado en pandilla por Congresistas y otros participantes. La situación se veía negra a principios de semana.

Por una parte el cartel el entretenimiento y sus aliados a sueldo en el Congreso, alegan que la piratería produce pérdidas billonarias a Estados Unidos y con uno populista con eco de otras épocas, hablan de millones de trabajos perdidos. Por el otro lado las compañías de Internet hablan de una legislación que abre la puerta a las demandas frívolas que pueden impedir la innovación de una industria que resulta crucial para Estados Unidos, ya que no hay que olvidar que las principales empresas son norteamericanas. Simplemente no hay punto de acuerdo posible.

La situación empezó a cambiar cuando la industria de Internet organizó un "apagón" parcial el día 17 de noviembre para protestar por dicha legislación. Aunque todavía es pronto para cantar victoria, al parecer la protesta ha detenido el momento favorable de dicha legislación y todo parece indicar que va a sufrir muerte por análisis.

De cualquier manera, dicha ley ya ha dividido a la industria tecnológica, ya que la Business Software Alliance ha apoyado abiertamente dicha legislación. Este grupo aglutina a los grandes de la industria (Apple, Microsoft, Adobe, etc) ha creado una división en la industria de la tecnología. Este fin de semana todavía se discute en múltiples foros, esta aparente traición. El cartel del entretenimiento ya se apuntó un victoria al grito de divide y vencerás.

Algunas reflexiones:

Los grandes cambios no se producen sin dolor y sin lucha, y en este momento estamos viviendo la transformación de muchas industrias por la acción de Internet. Los aparentes "perdedores" se van a aferrar al pasado por todos los medios posibles, utilizando recursos independientemente de su origen y su legitimidad.

Trasciende una nota hoy, que debe reconfortar a los congresistas norteamericanos, ya que confirma que su proceder esta alineado con las grandes tradiciones democráticas del mundo. De acuerdo a lo publicado hoy, ese bastión de libertades individuales que es Pakistán ha emitido una ley en la que obliga a los prestadores de servicios de comunicaciones a eliminar las palabras altisonantes y obscenas de los mensajes de texto en la telefonía móvil. Todo queda enmarcado en una ley que prohibe contenidos  que"puedan atentar contra la estabilidad social o negar la gloria del Islam". No más comentarios.

La palabra maiceo, viene de la acción de alimentar con maíz a los puercos y es un neologismo en México que se utiliza para indicar que se ha sobornado a un funcionario público para que tome una decisión contraria a derecho y favorable para el promotor del soborno. Les pido una disculpa a los honorables miembros de la raza porcina por la comparación con ese grupo de ancianos decrépitos, corruptos y viagra-dependientes que conforma el Congreso de los Estados Unidos. Es una comparación cruel pero todo sea por una libertad literaria.