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jueves, 5 de enero de 2012

La industria cinematográfica al filo del agua

Termina el año y las noticias para el complejo industrial del entretenimiento cinematográfico no son buenas. Se reporta por tercer año consecutivo una disminución en el número de asistentes a las salas cinematográficas y una disminución marginal de ingresos, maquillada por un aumento en el precio de los boletos. Las justificaciones son las usuales: la crisis económica, la piratería, Internet y están siempre acompañadas por las promesas de que el año que entra siempre será mejor.

Pero en realidad en los muy altos mandos saben que se están sintiendo vientos de cambio en la industria y sin duda el fantasma de la industria discográfica, está privando de su sueño a más de un encumbrado ejecutivo. Como paradoja esta es la misma industria cinematográfica que por diferentes voceros, dijo haber aprendido la lección de su contraparte musical. Después de leer la nota, no pude evitar encontrar los paralelismos entre ambos casos y señores de Hollywood están siguiendo los mismos pasos y bailando con la misma tonada. Veamos la situación a detalle: 

  • En el año 2000 La industria discográfica podía sentirse satisfecha, y terminaba el año con ventas por 38 billones de dólares y había experimentado un crecimiento impresionante en la última década, gracias a la tecnología del disco compacto. 
  • Aunque en los dos últimos años se notaba una marginal disminución de la demanda, en realidad el apetito del consumidor parecía interminable. La disminución de la demanda seguramente se corregiría, esperaban, el próximo año. Lo que era todavía mejor, el apetito del consumidor por música grabada había convertido el repertorio en una mina de oro. Era como si de repente se hubiera encontrado un Stradivarius y un jarrón de la dinastía Ming en el ropero de la abuela fallecida hace 20 años. 
  • De hecho mejor, la reedición de material antiguo llevó a que el catálogo Scwhann, que era la herramienta usada por las tiendas de discos para hacer pedidos, tuviera un total de 195,000 títulos ( no es error de escritura). 
  • La industria se encontraba algo preocupada por la distribución digital de música copiada ilegalmente por Internet, pero estaba limitada a estu`iantes universitarios y los abogados de la industria ya habían sido exitosos en demandar a Napster, una página en Internet que había iniciado la moda. La industria confiaba en sus abogados y sabía que eventualmente sus amigos en el Congreso los podían ayudar. 
  • También ese año empezaba el lanzamiento de una nueva tecnología que mejoraría a los discos compactos. Sin duda la gran calidad de la reproducción de los discos SACD (Super Audio CD), iban a obligar a los consumidores a renovar sus colecciones y seguro harían muy notoria la deficiente calidad sonora de la música en formatos MP3. 
  • El consumidor no necesariamente estaba contento, ya que el precio de la música grabada había aumentado constantemente. Los discos compactos que habían empezado costando 13 dólares, ya costaban 19 y aunque el consumidor deseara solo parte de la música, no tenía más opción que comprar el paquete completo. También los formatos de la música grabada no eran tan portátiles, sin duda el disco compacto era mejor que los antiguos discos de vinil, pero al final ambos eran estorbosos y en realidad es impensable viajar con muchos discos, independientemente de su formato.
  • También, a los ojos del consumidor, la oferta musical era demasiado extensa y los precios hacían prohibitiva la experimentación.

Avanzando el calendario a 2012, la historia no acabó muy bien para la industria musical: su ventas globales son inferiores a los 11 billones de dólares, lo cual implica una pérdida de ingresos cercana al 75%, los principales detallistas han desaparecido (Tower Records, empresa insignia de la industria se declaró en bancarrota en 2006 y en 2008 Virgin Megastore de Estados Unidos desapareció en un fin de semana). La industria no ha podido articular su nueva oferta. Para llos interesados en el tema, en los años 2000-2001 hice un trabajo con fines académicos sobre la transformación de la industria musical, disponible en esta liga.  El trabajo y sus conceptos, nacieron antes del lanzamiento del primer Ipod ( octubre 23 de 2001, para aquellos a los que les gusta la exactitud), pero como se puede ver muchas de las ideas detrás del mismo ya flotaban en el ambiente con anterioridad, en diversos ambientes. La genialidad de Steve Jobs fue la de tomar las ideas y construir con ellas una brillante experiencia para el consumidor.

La industria cinematográfica se encuentra en una posición similar:
  • Aunque tiene 3 años con un descenso marginal en la demanda, la industria cinematográfica ha tenido una década de resultados brillantes.
  • La tecnología DVD ha brindado nueva vida a los acervos cinematográficos y durante un tiempo, el apetito de los consumidores por crear sus filmotecas parecía interminable. Curiosamente este apetito se ha apagado en los últimos 2 anos. 
  • La reedición de películas ha sido constante en la última década, y salvo algunas excepciones, prácticamente cualquier título que se haya filmado está disponsible en formato físico
  • La distribución de contenido en formatos digitales es un problema y los abogados de la industria llevan algún tiempo trabajando jornadas extendidas, demandando a tirios y troyanos. El siempre amable Congreso de los Estados Unidos ha intentado ayudar a la industria, de forma constante.
  • Hay nuevas tecnologías como Tercera Dimensión (3D) y formatos de alta resolución, en los que confía la industria para ahuyentar a la piratería, hacer que los espectadores vayan a las salas cinematográficas y renueven sus filmotecas.
  • El consumidor no está muy contento, ya que el precio del boleto ha ido aumentando constantemente, en especial para las películas en 3D. También la asistencia a las salas cinematográficas se ha hecho costoso, ya que el costo de las golosinas y el estacionamiento también ha ido en aumento. Este consumidor ha hecho inversiones considerables en equipo para teatro en casa y le gustaría tener opciones para disfrutar películas de estreno sin verse obligado a trasladarse a una sala y pagar precios de estraperlo por unas palomitas de maíz.
  • La oferta de películas también se ha hecho muy confusa, hay demasiados estrenos y la rotación en cartelera es demasiado rápida. Cuesta mucho trabajo estar al día, con los estrenos cinematográficos, lo que obliga al consumidor a ser cauto y selectivo en sus decisiones.
Para la industria cinematográfica la historia todavía se está escribiendk, pero hay algunos resultados que son predecibles ya en este momento. Las salas cinematográficas, equivalente a la tienda de discos, tienen contados sus días, en especial las grandes cadenas. Pero el resto de la industria tiene una ventana de oportunidad, que ya se está cerrando por cierto, para cambiar su modelo de negocio.

En el pasado ha habido algunos tímidos intentos por hacer experimentos, tal como lanzar un estreno en sala cinematográfica y DVD el mismo día, para proporcionar opciones al consumidor. El experimento fracasó, ya que por obvias razones las cadenas de salas cinematográficas lo odian profundamente. A mi me parece que ese modelo unido a una opción de video streaming por Internet o televisión por cable, a la manera de pago por evento es el inicio de la solución  Inclusive la idea de darle al consumidor muchas opciones de como obtener un estreno parece una idea intuitiva.

En algún momento, los grandes estudios van a tener que decidir entre apoyar a las cadenas de exhibición, o dar un paso adelante de forma independiente. Insisto, es mala idea invertir en acciones de empresas de exhibición cinematográfica, ya que al final del día eso de ir al cine es muy siglo XX.

La industria cinematográfica ve con envidia a la de juegos electrónicos. Call of Duty 3, recientemente lanzado, tuvo ventas por 400 millones el primer día de su salida al mercado. Una película que obtenga 400 millones de dólares en un año, es considerada un gran éxito.

El principal paralelismo entre el caso de la industria musical y la industria cinematográfica, es que ambas ignoran los deseos de sus clientes y buscan imponer una forma de consumo, utilizando un señuelo tecnológico. Al final, están aprendiendo una lección clásica: el cliente no siempre tiene la razón pero nunca está equivocado.

Nota aclaratoria

La expresión "al filo del agua" es una expresión vernácula mexicana de fines del siglo XIX y se usa para describir los momentos previos a una tormenta. Su utilización es en honor del escritor mexicano Agustín Yánez, quien la usó para nombrar una de sus grandes obras, en la que describe la vida en Jalisco en los años previos al inicio de la Revolución Mexicana.


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