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viernes, 9 de marzo de 2012

Google: no más gorditos y bonitos

En un arranque de idealismo, que sin duda quisieran borrar de su pasado, los fundadores de Google establecieron una declaración de principios, entre los que incluyeron la promesa que no harían el mal ("Don't be evil") como un tema central. Aunque es muy común que las grandes y medianas corporaciones tengan declaraciones éticas, el énfasis de Google puede sonar extraño y en realidad es un reflejo del zeitgeist de la época de su incorporación.

En la época del surgimiento y crecimiento de Google, la imagen de la industria tecnológica era el poderoso monopolista Microsoft, cuyas prácticas pondrían verde de envidia a Standard Oil. La imagen pública de Microsoft era la de una máquina corporativa, eficiente y con capacidades más allá de la imaginación ( el tiempo ha demostrado que tenían pies de barro, pero eso es otra historia) que utilizaba cualquier recurso en la consecución de sus fines. Microsoft tenía intereses en muchos campos tecnológicos y prácticamente se pensaba que iban a imponer sus condiciones al mundo.

En este ambiente surge Google como una empresa joven e innovadora, que de alguna forma se posiciona como el "anti-Microsoft". De acuerdo a su lema, Google buscaba la innovación y un mundo más "abierto"(nótese la insinuación anti-Windows) y la verdad el hecho que sus grandes servicios sean en apariencia gratuitos le ganó muchas simpatías. Un gran producto como Android sirve también para reforzar esta imagen "generosa" de Google.

Sin embargo las presiones competitivas le han ido agriando el carácter a Google, que se ha visto envuelto en el ojo del huracán legal desde hace mucho tiempo, por las siguientes razones:

  • La Comisión Federal de Competencia de Estados Unidos está investigando una posible situación monopólica. La investigación no se ha detenido y por el contrario ha ido aumentando su alcance.
  • La compañía de comunicaciones Verizon bloqueó la incorporación del sistema de pagos eléctrónicos Wallet a los teléfonos Android.
  • Los cambios a sus políticas de privacidad han sido recibidos con desagrado por los consumidores y acciones legales por la Comunidad Europea, quienes ya empezaron su propia investigación.
  • Google estuvo en el centro del debate de la ley SOPA y en las primeras audiencias fueron literalmente linchados por tirios y troyanos.

Para alimentar la controversia, trasciende que  Google ha estado ejerciendo medidas de presión dirigidas a los desarrolladores de aplicaciones para se vean inclinados a incorporar el sistema Google Wallet en lugar de Paypal. Simplemente en unos meses una de las reglas para participar en la tienda de aplicaciones Google (Google Play) va a ser utilizar el sistema de pagos propio. En realidad esto no es nada novedoso, ya que Apple lo hace desde el nacimiento de Itunes y del App Store. A Facebook le gustaría hacer lo mismo si tuviera el desarrollo tecnológico necesario.

Aunque parezca raro todas las acciones controversiales que ha realizado Google son simplemente medidas de defensa en medio de una ambiente de alta competencia por el control de Internet y la naturaleza de los mercados tecnológicos es brutal y despiadada: solo puede haber un ganador. Algunas reflexiones:

  • Google cambia sus políticas de privacidad para mantener su oferta publicitaria competitiva ante el embate de Amazon y Facebook, aquí no hay alternativa.
  • El sistema de pagos electrónicos es un elemento esencial para tener un ecosistema competitivo, como lo muestra Apple y como lo ha dicho hasta el cansancio Facebook.  En este punto Google no puede ser ambiguo y su única opción es impulsar su solución, contra viento y marea.
  • No van a faltar los puristas que digan que las medidas de Google inhiben la libre competencia, pero en realidad un ecosistema compite contra otro ecosistema y cada participante está en su derecho de tomar las medidas que considere necesarias para mejorar sus posibilidades de éxito. Si alguien no está de acuerdo, está en su derecho de participar en otro ecosistema, aunque probablemente encuentre limitaciones similares.
  • Hay que reconocer que Google ha sido honesto y ha tomado los riesgos de manera frontal, ya que la alternativa es clara: si alguien no está de acuerdo con sus reglas está en total libertad de abandonar el ecosistema Google-Android. Las cifras de mercado indican que no es así y que al menos por el momento no hay una fuga masiva de usuarios de Google.

Esta competencia de ecosistemas es en cierta forma novedosa en el mundo de la tecnología y uno de sus mayores riesgos es la intervención de las autoridades con un marco legal obsoleto. Google ya está viviendo varias procesos de investigación y el día de ayer se anunció que la Comisión Federal de Competencia de Estados Unidos está iniciando una revisión de las prácticas de Apple y los principales editores de libros electrónicos ante una posible colusión de precios. Ya lo he comentado, el mayor disruptor de un mercado puede ser una jauría de burócratas mal desayunados.

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