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lunes, 10 de septiembre de 2012

La burocracia odia a la innovación tecnológica: dos viñetas

Vacuus Finium se extiende a Twitter, para comentarios espontáneos durante el día, me pueden seguir en @vacuusfinium.

Me parece que la industria de los viajes por avión tienen una distinción muy particular: son la experiencia más desagradable del mundo. Es increíble analizar como existe un acuerdo a través de una cadena de valor para proporcionar la peor experiencia de usuario al mayor precio posible. No quiero entrar en detalles grotescos, pero nada más imaginar tomar un taxi, llegar a un aeropuerto para que mis libertades individuales sean ignoradas en una revisión inútil, para estar en una sala de espera totalmente inadecuada como preámbulo a ocupar un asiento que ha sido diseñado ignorando las mínimas reglas ergonómicas. El ciclo se repite al llegar al destino, terrorífico sin duda.

Se producen dos hechos esta semana, que muestran que en realidad el mal servicio es parte de un diseño maestro, y que aunque parezca mentira hay organizaciones que ven en la innovación tecnológica una amenaza al control que mantienen sobre su negocio, y que están dispuestos a pelear con uñas y dientes para mantener el status quo, y que el cliente se vaya al infierno. No hay nada más peligroso que una burocracia acorralada.

El fin de semana, el Wall Street Journal, medio importante a nivel global, dedicó un artículo al silencio que guarda la agencia norteamericana para la administración de los vuelos áereos (FAA por sus siglas en inglés) al hecho que no existe evidencia científica que los dispositivos electrónicos de los pasajeros afecten los sistemas de navegación de las aeronaves durante el despegue o el aterrizaje. Repito no existe evidencia científica, y vaya que se están realizando pruebas desde hace más de una década.

En realidad el asunto va más allá de cuestiones científicas, esas son cosas menores a la vista de una burocracia. En realidad lo que en el fondo está en peligro es el control de las personas que tienen que viajar en avión. Ceder en el uso de dispositivos electrónicos durante todo el vuelo sienta un mal precedente:


  • Si aceptan estudios de ingeniería ahora, tendrían que aceptar estudios de ingeniería en el futuro, lo cual a todas luces es inaceptable. Una burocracia no puede ceder su imagen de infalible, a riesgo de perderse en el futuro.
  • Las aerolíneas están muy preocupadas de dejar cualquier espacio de bienestar para los viajeros, si ceden a una demanda menor, pudieran estar destapando una lata de gusanos.
  • No dejo de pensar que para las tripulaciones, sea una fuente de satisfacción laboral apagar los dispositivos electrónicos de los pasajeros, de forma altanera. Si tenemos una sonrisa en nuestra cara nos arriesgamos a desatar la cólera sindical.
En el pasado reciente comenté sobre la empresa Uber, un innovador de servicio de taxis que utiliza teléfonos inteligentes y sistemas de posicionamiento global. La oferta es simplemente atractiva:

  • Se crea una cuenta, y se liga con una tarjeta de crédito.
  • A traves de una aplicación para teléfonos inteligentes se solicita el servicio, mismo que es transmitido a la central. El cargo se hace automáticamente a la cuenta. 
  • El solicitante no tiene que preocuparse de que le vean la cara de turista y sea víctima de un abuso, tampoco hay que preocuparse de competir por un taxi con otros pasajeros desesperados. Sencillo, pero simplemente genial. Estoy esperando usar el servicio en mi próximo viaje.
Definitivamente tanta conveniencia es una afrenta para los servicios existentes y Uber se ha encontrado con una enconada oposición en las principales ciudades donde ha iniciado el servicio. Las autoridades de transporte público San Francisco, Boston y Washington, se opusieron con varias excusas banales, que no soportaron la menor inspección con la ley en la mano.

Sin embargo Uber ha encontrado un rival de respeto, con la burocracia de Nueva York, quien por el momento ha negado la autorización a la empresa para operar en esta importante área. En todos los casos existe un cartel de organizaciones de taxistas, que aportan en las campañas políticas y trabajan con dedicación para mantener una industria que hace una extracción extraordinaria de beneficios a los condenados a utilizar sus malos servicios.

En el caso de Nueva York la letanía de excusas ha sido particularmente patética:


  • Uber es discriminatorio y favorece a los usuarios  de "sofisticados" teléfonos inteligentes en contra de la mayoría de la población. No soporta el menor análisis.
  • Hay problemas con la utilización de sistemas de pago electrónicos, que están fuera de los que tienen un contrato (¿monopolio?) con las autoridades de Nueva York.
Algunas reflexiones:

  • Es indudable que la innovación tecnológica es atacada por las estructuras establecidas. En el mundo tecnológico empresarial, se crean campañas de desinformación, el famoso "FUD", ( miedo, incertidumbre y duda, inventado por IBM).
  • En estructuras menos elegantes, vemos la alianza no escrita entre burócratas y sindicatos. El caso de Nueva York es realmente patético. ¿Desde cuándo han estado preocupados por la igualdad social de los usuarios de taxis? La única igualdad que conocen es la de cobrar caro y atender mal a todos. La reputación de los taxistas neoyorquinos no necesita muchas descripciones y no tiene defensa.
  • En realidad, este tipo de medidas dilatorias son inútiles, más temprano que tarde veremos a Uber dar servicio en Nueva York. La empresa ha sido muy clara que realizó un completo análisis del marco legal y regulatorio, y que simplemente es cuestión de tiempo el que vaya ganando ante las diferencias instancias. Ya lo dijo Einstein, las mentes brillantes siempre han encontrado la violenta oposición de las mentes mediocres.

Como corolario, el status quo tiene motivos de sobra para estar preocupado. Esta semana se da a conocer que las cadenas de tiendas de artículos de fotografía Wolf Camera y Ritz Camera, han entrado en un proceso de liquidación y que en menos de un mes pasarán a la historia. Tiendas altamente especializadas, simplemente no han sido rival para el amplio inventario y la conveniencia de Amazon.




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