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lunes, 8 de octubre de 2012

El nuevo síndrome de China


Vacuus Finium se extiende a Twitter, para comentarios espontáneos durante el día, me pueden seguir en @vacuusfinium.

Dos grandes potencias se encuentran al borde de una guerra, después de tener un sólida relación comercial durante décadas. Pero antes de que se dispare el primer tiro,  la nación más poderosa queda completamente inhabilitada: su red eléctrica se apaga, sus bancos no pueden funcionar, las oficinas gubernamentales no pueden hacer nada, ya que en estos dos últimos casos sus redes de comunicaciones dejan de funcionar. Su rival le ha vendido equipo de comunicaciones muy barato, y ahora que tiene la necesidad lo utiliza como una arma militar y la rendición no toma mucho tiempo. Si fuera película, tendría uno de los guiones más inverosímiles de la historia.

Pero bueno, como la realidad supera a la ficción, el Congreso de los Estados Unidos encontró suficientes elementos para declarar que las compañías chinas de equipos de telecomunicaciones, Huawei y ZTE son un peligro de seguridad nacional para Estados Unidos, ya que se teme que todos sus equipos tengan "puertas traseras" que permiten que se tome control de los mismos desde una localidad remota.  Se han encontrado indicios de varios ataques informáticos a instituciones norteamericanas, incluyendo la Casa Blanca, originados en China. En realidad durante meses ha sido un tema recurrente una rara coincidencia: hay una correlación directa entre la propiedad de equipo de telecomunicaciones chino y ataques cibernéticos. Australia también tiene una investigación a nivel nacional.

Ayuda a este clima de incertidumbre y misterio que uno de los protagonistas de la historia, la compañía china Huawei sea una de las entidades más opacas del mundo. Parece la empresa de un villano de película de James Bond. De propiedad privada, y ligada al ejército rojo chino, ha crecido con una fórmula de éxito bastante segura:  contratos rentables otorgados por el gobierno chino y muy bajos costos de investigación ya que roban propiedad intelectual occidental sin el menor sonrojo. Altos ingresos y nulos gastos en investigación y desarrollo, le otorgan una liquidez que ha utilizado para penetrar los mercados mundiales. De hecho esta compañía parece un catálogo de pecados corporativos:


  • Opacidad
  • Sin apego a más leyes que las del ejército rojo chino
  • Prácticas comerciales poco éticas, por decir lo menos
  • Nulo respeto a la propiedad intelectual, de hecho la diferencia entre un vendedor de copias de bolsas Luis Vuitton en las calles de Shangai y Huawei, es que a estos últimos los defiende el ejército chino.
  • La mejor broma de la semana pasada es que Huawei está considerando hacer una colocación accionaria pública. ¿Se imaginan a los generales chinos jugando con las reglas de transparencia y gobierno corporativo? Ellos tampoco.

Pero más allá de un arranque patriotero, muy conveniente en año electoral, la denuncia de los legisladores norteamericanos tiene más aspectos de fondo:

  • Evidentemente hay un riesgo de seguridad nacional, al permitir que equipos de naturaleza no confiable encuentren lugar en la infraestructura de un país. Pero también Huawei es una posible amenaza para las compañías tecnológicas americanas.
  • Aunque hasta el momento no han demostrado gran capacidad de innovación ( sus teléfonos Android son patéticos), la compañía tiene gran potencial.
  • Los estudiantes de nacionalidad china, son los más numerosos en las principales escuelas de ingeniería del mundo. Son becados por su gobierno y tarde o temprano regresarán a su país a trabajar. 
  • De manera análoga los ingenieros chinos están empezando a ser mayoría en los organismos internacionales que coordinan los estándares tecnológicos. Cuestión de tiempo para que empiecen a abusar de su mayoría numérica.
  • En lo personal creo que el sistema político chino no favorece la innovación tecnológica. A final de cuentas el pensamiento libre está limitado. ¿Qué pasa cuando un ciudadano chino decide pensar "fuera de la caja"? Tiene altas probabilidades de pasar algún tiempo en una caja ( de concreto).
¿Representan las compañías chinas un riesgo de seguridad nacional? A simple vista su principal pecado es producir productos sin emoción, que son copias huecas de productos superiores desarrollados en occidente. ¿Se lanzaría el Congreso norteamericano a una aventura sin los suficientes indicios?

Postdata I Los sonidos de Vacuus Finium

John Mclaughlin es un guitarrista británico asociado principalmente al movimiento de jazz fusión. Llegó del alegre Londres de fines de los años sesenta, para tocar guitarra eléctrica con Miles Davis, para después estar asociado a los grupos Lifetime y Mahavishnu Orchestra. Para fines de los años setenta parecía que todo estaba escrito en el jazz fusión y Mclaughin se fue a vivir a París.

La recomendación de hoy son dos discos grabados en el período de 1981 a 1983, con un grupo de músicos franceses y la pianista Kathia Labeque ( que iría a ganar fama y fortuna en el mundo de la música clásica), pareja sentimental de Mclaughin en ese tiempo. Para efectos prácticos los discos "Belo Horizonte" y "Music spoken here", pueden considerarse como una sola obra. Mclaughin toca guitarras acústicas y eléctricas, acompañado de piano y el teclado electrónico Synclavier

Después de este período McLaughin volvería a formar a la Mahavishnu Orchestra, y después ha alternado entre grabaciones con guitarra acústica y eléctrica. En retrospectiva, su obra de principios de los ochenta permance como un elemento distintivo en su carrera, aunque todavía subvaluados.

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