Vacuus Finium: ¡¿Huawei el próximo Apple?!, buena broma camaradas

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Preámbulo: No fuimos, nadie nos vio hacerlo y no pueden probar nada

Yang Jiechi, ministro de Relaciones Exteriores de China, rechaza tajantemente las acusaciones sobre el patrocinio de su gobierno a la epidemia de ataques cibernéticos a diferentes instituciones occidentales. Se quejó de una campaña de difamación y descrédito y afirmó el interés de China de proteger la seguridad en el ciberespacio. Es el miembro del gobierno chino de mayor rango en verse involucrado en este tema, y de alguna forma indica que la acusación si ha tocado una fibra sensible.

Primer Acto El que avisa no es traidor

Estoy leyendo el libro "21st Century Chinese Cyberwarfare" escrito por el Teniente Coronel William T. Hagestad II, y aunque estoy avanzando lentamente ( la redacción militar no hace la lectura amena), la información proporcionada es alarmante, por decir lo menos:

Existen claras evidencias y documentos en Mandarín, que muestran que hay una clara doctrina de seguridad del Ejército Popular Chino para la utilización de la guerra cibernética, como un elemento esencial. Simplemente se ve como una herramienta para poder enfrentar a fuerzas militares más poderosas.
En el fondo esta es una doctrina defensiva, en la cultura china existe una desconfianza hacia lo extranjero y las diferentes invasiones que han sufrido en el pasado han dejado heridas que no terminan de cerrar. Simplemente desconfían de lo extranjero.
La notable fuerza de ataque cibernética construida por el Ejército Popular, corresponde a una fuerza defensiva hacia ataques al exterior. En el fondo les preocupa la "contaminación" cultural del exterior, y por supuesto son muy sensibles a temas como libertad de expresión y respeto a los derechos humanos. Del Tíbet o Taiwán,ni hablamos, eso si produce escozor. La gran barrera para filtrar contenido en Internet, el llamado "Great Firewall", es solo una cara visible de esta doctrina de defensa.
De cualquier forma es muy ingenuo pensar que el desarrollar una notable fuerza para la cíbe-guerra es solo con fines defensivos. Si ya se tiene, es muy útil para hacer espionaje industrial y buscar cerrar la brecha tecnológica con las grandes empresas occidentales. También sirve para disuadir a aquellos gobiernos que quieran criticar las políticas chinas.
Como broche de oro, los símbolos utilizados en el lenguaje chino para referirse a los extranjeros son despectivos.

Segundo Acto El secreto es seducir al consumidor, no someterlo

Con estos antecedentes, creo que se puede entender que me produjo un ataque de carcajadas la noticia que salió de la Congreso Móvil Mundial en Barcelona, sobre las intenciones de Huawei de desplazar a Apple y a Samsung como los principales vendedores de teléfonos inteligentes y dispositivos para el consumidor en un plazo de cinco años. Ambiciosos, buscan convertir su marca en un referente codiciado por los consumidores. ¡Qué sentido del humor tan fino y qué broma tan graciosa! Pero lamento informarles que es imposible, aunque aumenten el plazo a diez años.

Algunas reflexiones:

Nada más para fijar el contexto, Samsung y Apple son marcas que representan una aspiración para los consumidores y por las cuales están dispuestos a pagar un extra. Son marcas que se han construido durante décadas y las respectivas historias son fascinantes por decir lo menos.
Huawei es una marca de oscuros orígenes, con ligas no aclaradas al Ejército Popular Chino, favor de notar como los militares siempre salen en las conversaciones. Su reputación está más ligada al robo de propiedad intelectual, prácticas de dumping y venta de dispositivos electrónicos con "puertas traseras" de seguridad. Por cierto las finanzas de esta empresa son un gran misterio, pero hay motivos de sobra para pensar que el dumping en occidente está generosamente fondeado con el favor oficial en los proyectos en casa.
¿Alguien sabe de un producto original Huawei? Yo tampoco.
Huawei piensa que pueden extender su marca en electrónica de consumo. Hoy en día ya son un referente de bajo costo y en lo personal me cuesta mucho trabajo pensar como van a hacer cambiar esta percepción en los consumidores.
Pero más allá de la percepción de marca, el problema que tiene Huawei para convertirse en una marca aspiracional para el consumidor occidental es que simplemente la cultura de la compañía no cuenta con los elementos necesarios para realizar grandes productos:
Más allá de su cultura de misterio, en el DNA empresarial de Huawei no está la originalidad y todos los productos en su línea actual son simplemente una copia de alguien más. Inclusive sus teléfonos inteligentes más modernos, no son más que una copia de los productos Samsung. Su modelo estrella, simplemente es la pantalla más grande del mundo. ¿Qué hay de nuevo?
Pero más allá de la cultura empresarial para crear grandes productos, y hay que pensar en el ambiente social en que se producen. ¿El siguiente gran producto para occidente lo van a producir ingenieros que no pueden usar el mismo Internet que el resto del mundo? ¿Quién será el valiente que produzca una innovación en una sociedad en el que el Partido Comunista persigue todo aquello que se aparte de la "normalidad"? ¿En serio se puede producir la tecnología que busca asombrar al consumidor en un ambiente en el que se espera conformidad con el mando supremo y celestial del Comité Central?
En el eventual y remoto caso de que los dispositivos Huawei, llegaran a ser algo más que copias de otros productos, siempre queda la necesidad de crear un ecosistema de aplicaciones y contenido. No me parece que sea su fortaleza.
A final de cuentas me imagino que ha de ser muy difícil hacer grandes productos para un grupo que es identificado de forma despectiva en el idioma natal de los ingenieros y diseñadores.

Epílogo Nos separa hasta la programación televisiva

Nota tomada del diario El País de su edición electrónica del primero de marzo de 2013: "China pasea delante de las cámaras a cuatro presos antes de ejecutarlos". ¿En serio saben como asombrar al consumidor occidental?

Postdata I Los sonidos de Vacuus Finium

La recomendación para el fin de semana es la grabación en directo de 1977 "Live Etc." del grupo musical inglés Gong. Este agrupación es una de las historias más sui géneris, ya que más que tratarse de un grupo musical convencional, se trata de una comuna que ha estado en activo más de cuarenta años y ha producido un mezcla musical de difícil categorización, ya que hay para todos los gustos: rock, jazz, música electrónica y músicas étnicas.

Gong surgió a finales de los años sesenta, asociados a la escena del "rock progresivo" de Canterbury, pero pronto se diferenciaron de sus contemporáneos. Como ya dije, son más una empresa familiar dirigida por el beatnik australiano Daevid Allen, que ha resistido el paso de tiempo y las modas musicales. Fueron perdonados por la purga del punk rock, y se han sabido adaptar a los tiempos, siempre conservando su filosofía. La recomendación de hoy, se puede conseguir en iTunes y es un buen punto de entrada a lo que se puede calificar como el universo mágico del Planeta Gong.

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