Esta semana presentó Apple sus resultados financieros correspondientes al primer trimestre del año, y durante los días previos, los profetas del desastre se dieron un festín: anticipaban el derrumbe de la empresa, sin más pruebas que una mezcla entre la esperanza y una corazonada. La nota más agresiva correspondió al NY Times (NYT), que sin mayor advertencia, pregunta si Tim Cook, CEO de Apple se parece a Steve Ballmer, CEO de Microsoft (Stevie B para sus allegados).

En algunos círculos esta comparación no es un insulto solo si se utiliza en un concurso de imitadores de Lex Luthor. ¿Qué movió al NYT a esta comparación? En opinión del NY Times, ambas figuras llegaron a dirigir empresas tecnológicas en la cúspide de su gloria y heredando la posición de verdaderas leyendas de la industria ( Bill Gates y Steve Jobs, para claridad de los amables lectores en Saturno).

A ambos sucesores, les ha tocado obtener excelentes resultados financieros, al tiempo que ven el desplome del precio de su acción. También se considera, que ambos han sido incapaces de continuar con la tradición de desarrollar grandes productos, e inclusive se les acusa de haber deteriorado la reputación de las respectivas empresas con productos inferiores. 

En el caso de Stevie B, sus inversionistas están molestos por el derroche billonario en la persecución de Google y no hay forma de borrar de su currículum los fracasos de Windows Vista y, hasta el momento, Windows 8. Aunque Tim Cook lleva menos tiempo en la posición, ya tiene en su currículum el estrepitoso fracaso de Apple Maps. Aunque la iPad Mini está siendo un éxito de ventas, está contribuyendo a la disminución de los márgenes de ganancia de la compañía.

Finalmente los resultados anunciados por Apple fueron mejor de lo esperado, ya que se vendieron casi 38 millones de iPhone junto con 19 millones de iPads durante el trimestre. Si queremos poner en perspectiva estas cifras, Stevie B organizaría una desfile en el centro de Seattle si vendiera aunque sea la quinta parte de estas cantidades. También se anunció el pago de un dividendo mayor para los accionistas y se anunció un plan de Apple para regresar a sus accionistas 100 billones de dólares en los siguientes años.

Los anuncios de este diluvio monetario sobre los accionistas de Apple se hizo con la intención de quitar los reflectores sobre las noticias no tan buenas: no debemos esperar nuevos productos antes del otoño, y en consecuencia se esperan ventas débiles en el segundo trimestre del año. En mi caso, estoy esperando actualizar mi iPad de primera generación, y voy a esperar a la última versión.  

En realidad no hubo dividendo que pudiera esconder las malas noticias, y el precio de la acción de Apple sigue inestable. Las preguntas sobre la pérdida de la creatividad en Apple no se han hecho esperar y la odiosa y controversial comparación  con Microsoft regresó a tambor batiente. 

Aunque en general me parece que es un poco anticipado hablar de la decadencia de Apple, me parece que si hay algunas señales de advertencia, y en especial me gustó un análisis financiero que muestra que cuando las empresas tecnológicas aumentan sus dividendos y empiezan a regresar dinero a los accionistas, es una señal de que no se perciben oportunidades de crecimiento. 

En esta liga se ven las gráficas del comportamiento de Microsoft, después de que decretó un pago de dividendo. No es exactamente un análisis a prueba de críticas, pero si se puede intuir que cuando el dinero empieza a regresar a los accionistas, hay una señal de menos oportunidades.

Algunas reflexiones:

Si se habla de dos compañías líderes, que perdieron el rumbo, definitivamente si hay afinidad entre Apple y Microsoft. Sin embargo me parece que esta última, es un gran monopolista que está sufriendo una muerte lenta, al tiempo que Apple pudiera seguir el camino de una supernova que estalla y desaparece en un momento.

Aunque parezca increíble en esta era de transparencia y comunicación, en Argentina es un delito hablar del valor del índice de inflación, y esta cifra es manejada con un celo ejemplar por el gobierno. En otras épocas, ningún dictador o dictadora de opereta hubiera tenido que preocuparse de que sus secretos se filtraran al mundo. Nada de esto en la era de Internet en las redes sociales.

Esta semana el ministro argentino de Finanzas dio una entrevista a la televisión griega, presumiendo los "logros" de un  país que se ha convertido en un virtual paria de la comunidad financiera internacional, por esa malhadada costumbre de no pagar sus deudas. En algún momento, la entrevistadora pregunta sobre el índice inflacionario argentino y lo que sigue es de antología. El ministro tartamudea, empieza a hablar incoherencias, elude la pregunta y finalmente pide que se corte la entrevista. Recomiendo ver el vídeo, carcajadas garantizadas. Tienes razón Cristina, Evita no tenía estas preocupaciones de las redes sociales y cosas así.

La recomendación de hoy es la grabación de 2012 "Saltash Bells" del saxofonista británico John Surman. Este es un trabajo impresionante de saxofón solista en el que el Surman hace un alarde de virtuosismo e imaginación. Surman complementa los temas de los diferentes saxofones con clarinete y una utilización muy correcta de sintetizadores, para agregar elegantes atmósferas y colores a la grabación.

Surman es un producto de la escena inglesa del jazz de finales de los años sesenta, contemporáneo a figuras de gran fama como John Mclaughlin y Dave Holland. A diferencia de sus paisanos, Surman nunca realizó la migración a Estados Unidos, y ha desarrollado su carrera totalmente en Europa, grabando para el sello alemán ECM de Manfred Eicher. Varias de sus grabaciones pertenecen al círculo más selecto del catálogo de ECM. Está disponible en iTunes. Para aquellos que les gustan las pruebas de manejo lamentablemente no está disponible en Spotify.