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domingo, 27 de septiembre de 2015

El futuro del trabajo: el miedo al salario

Uno de los temas más candentes en el mundo de los negocios, y la economía en general es la transformación del trabajo por los cambios producidos por la tecnología digital y de comunicaciones. Empleos "tradicionales" que desaparecen,  nuevas posiciones que no se crean en las nuevas industrias y finalmente el dilema que nace con la "economía temporal" con empresas estilo Uber y Airbnb. Simplemente estamos ante cambios tan profundos como los que produjo la revolución industrial y lo mejor está por venir. Un par de eventos esta semana advierten que tanto la solución como la distopia están a la vuelta de la esquina.



Preludio El pasado como ancla al futuro

El horrible pasado que ya no puede regresar

La estructura laboral de hoy en día es una herencia de la Revolución Industrial y muchas de las leyes y costumbres que nacieron como respuesta a las necesidades de ese tiempo:
  • La necesidad de tener a todos los empleados bajo el mismo techo al mismo tiempo obedece a las necesidades de coordinar trabajo en serie.
  • Cuando las primeras fábricas reemplazaron a los talleres familiares y se nutrieron de trabajadores migrantes del campo. El ajuste al nuevo ambiente fue dramático y es el origen del trabajo infantil. Indispensable en la granja, inmencionable en una fábrica moderna.
  • Las reglas de salud e higiene fueron respuesta a la adaptación de usar maquinaria pesada.
  • Uno de los mayores horrores de esa época son los sindicatos y la contratación colectiva, pero también responde a la necesidad de crear reglas para tratar el trabajo sin diferenciación de habilidades para el trabajo físico.
  • Los Sistemas de Seguridad Social y seguro de desempleo nacen como una figura que permite igualar ingresos sobre el tiempo. Para esto nacieron organizaciones paquidérmicas y burocráticas.
  • La jornada laboral de ocho horas nació de una forma relativamente arbitraria al dividir un día en tres partes: trabajo, recreación y descanso.
  • La necesidad de tener garantizada una fuerza de trabajo para no crear disturbios en la línea de producción trae los contratos fijos.
  • Para permitir la coordinación del trabajo en serie nació la "administración científica" de Taylor y su medición enfermiza del tiempo.
A diferencia de esos años de trabajo físico, en la realidad la mayor parte del trabajo es mental o de manipulación de la información. La variedad del trabajo y sus condiciones han variado, sin embargo las mismas reglas y leyes del pasado aplican en el presente y se han convertido en un obstáculo para el desarrollo de una nueva economía:
  • ¿Por qué mantenemos una jornada laboral de 8 horas, cuando en realidad hay herramientas que permiten hacer el trabajo en menos días? Para aquellos que tengan dudas por favor vean cuantos juegos furiosos de solitario ocurren antes de la hora de la salida, protagonizados por empleados que simplemente tienen que ver pasar el tiempo.
  • ¿Cuál es la razón de tener grandes edificios en los que están todos los empleados al mismo tiempo, cuando ya el trabajo no es serie? Por cierto en las economías menos desarrolladas es común ver trabajadores, mucho después de su jornada laboral, esperando a que su jefe decida retirarse, continuando con la tradición laboral de la plantación de caña de azúcar.
  • Desde este punto de vista, ¿en serio es tan mala la "economía temporal" que permite empatar la oferta y demanda de servicios en el momento en que se necesita?
Y justamente entre estos dos extremos se está moviendo la economía moderna, en la que por un lado compañías visionarias experimentan con jornadas de trabajo flexibles y en los hechos la economía temporal está en funcionamiento 24 horas al día en múltiples latitudes.

Por otro lado las viejas estructuras se rehusan a morir, como es natural, y tenemos a reguladores, legisladores y abogados de todas las raleas buscando meter una nueva economía en las reglas antiguas. Finalmente no van a poder, pero el proceso va a ser doloroso.

Primer Acto La Iglesia Laboral del Minion Contento


Aiho, Aiho, contentos a trabajar

Dos ejemplos de intentos de cambiar la estructura del trabajo en la nueva economía:
  • La agencia creativa sueca Background AB decidió reducir la jornada laboral a seis horas diarias, por supuesto sin reducir salarios ni beneficios. Consideran que al restringir la jornada laboral su personal se va a concentrar en las tareas importantes y va a eliminar actividades improductivas como largas e inútiles reuniones. 
  • La firma de consultoría Deloitte es el principal inquilino del edificio de oficinas más moderno y verde del mundo, localizado en Amsterdam. En este edificio los asistentes no cuenta con un espacio de trabajo fijo, pero no hay de que preocuparse, ya que una aplicación les asigna un lugar de trabajo en el momento a que llegan, tomando en cuenta su agenda del día.
  • La mecánica de trabajo en este nuevo edificio de oficinas implica que nadie tiene un lugar fijo de trabajo, e inclusive los armarios en los que se pueden guardar algunos artículos personales son de asignación temporal.
  • Evidentemente las oficinas de Deloitte incluyen todas las nuevas tecnologías de comunicaciones y colaboración empresarial y hay que reconocer que siempre se han caracterizado por estar a la vanguardia del pensamiento empresarial. 
  • El hecho que Deloitte haya tomado este modelo de trabajo es resultado de profundos estudios y análisis económicos. Han decido empezar a vivir en el futuro y servir de ejemplo a sus propios clientes.
La "nueva economía" permite a las organizaciones encontrar nuevas formas de trabajar y no tendría sentido apelar a las viejas reglas para impedirlo. Evidentemente nada nace perfecto y de alguna manera la oficina controlada de Deloitte suena totalmente fría e impersonal, pero de cualquier manera creo que es mejor que tener que trabajar en una fábrica marcando una tarjeta en un reloj.

Segundo Acto: La distopia a la vuelta de la esquina


El futuro puede ser gris y pasteurizado

Al tiempo que hay organizaciones buscando nuevas formas de trabajar bajo la nueva estructura económica, la vieja guardia busca aferrarse al pasado como una forma de protección ante las nuevas condiciones:

  • La "economía temporal" mejor ejemplificada por Uber se encuentra bajo ataque por las autoridades laborales californianas que buscan clasificar a sus conductores afiliados como trabajadores permanentes y simplemente borrar de un plumazo legal todo el modelo de negocio de Uber.
  • Uber simplemente es una plataforma que que permite empatar demanda de servicios de transporte con oferta de vehículos independientes disponibles. Detrás de cada vehículo independiente hay un afiliado que elige acogerse a las reglas de la plataforma Uber para recibir la información de un servicio solicitado.
  • Simplemente un rancio aparato burocrático que no ha podido detener el avance de Uber encontró una torcida interpretación de la letra pequeña de la ley laboral para plantear lo que pudiera ser el obstáculo mayor para esta compañía. En estos momentos el juicio va a avanzando lentamente y eventualmente va a llegar a las instancias máximas.
  • Al tiempo que los burócratas californianos tratan de detener el avance de Uber por medio de la ley laboral, sus contrapartes en otras latitudes simplemente aplican la interpretación más seca de la ley, y de esta forma Uber simplemente está fuera de las principales ciudades brasileñas y enfrenta serias restricciones en Francia.
  • Pero no solo la "economía temporal" enfrenta restricciones legales, también los avances tecnológicos y su bajo impacto en la creación de empleos tiene nerviosos a los ciudadanos y sus gobiernos.
  • Una encuesta reciente presenta que la mayoría de los ciudadanos norteamericanos favorecen el regresarle a los sindicatos su papel preponderante en la economías.
  • Y ante la incertidumbre económica, el monstruo del nacionalismo y la xenofobia está despertando de su largo sueño y hay un auge de los llamados partidos "nacionalistas" en las principales economías del mundo. Su mensaje es de proteccionismo económico e intervención estatal.
  • Mención especial merece el nuevo líder del Partido Laborista Inglés, prácticamente una reliquia del socialismo de los años setenta, que fue removido de su sarcófago y sorprendentemente su "mensaje retro" ha encontrado eco en un electorado pesimista. Baste decir que como celebración de su victoria en la elección interna fue entonar voz en cuello un antiguo himno socialista. De dar ternura, en serio.
  • En medios intelectuales uno de los libros más comentados es "Inequality" del economista de Oxford Anthony B. Atkinson, quien propone que la única receta para disminuir la desigualdad económica es la confiscación del producto del trabajo, es decir aumentar los impuestos y una abierta y firme intervención estatal en la economía. Aunque parezca mentira está teniendo más eco del que merece.

No se puede negar que estamos en un cambio dramático de estructuras económicas y que es muy tentador buscar protección en las fórmulas del pasado. Sin embargo las fórmulas del pasado ya encontraron su fecha de expiración y pudiera resultar peor el remedio que la enfermedad. 

De igual manera la respuesta no está en una utopía digital desenfrenada. ¿Hay espacio para hacer startups que permitan a los trabajadores de la "economía temporal" nivelar sus ingresos y bienestar sin la burocracia de los sistemas de seguridad social del siglo XX?

Epílogo ¡Cuidado con los deseos! Se pueden hacer realidad

La distopia está a la vuelta de la esquina

Una de las ideas sobre la nueva estructura económica que están adquiriendo más popularidad es la de un "ingreso básico universal". Aquí, a través de impuestos por supuesto, se garantiza que todos los ciudadanos de un determinado país reciban un ingreso mínimo independientemente si trabajan o no.

De acuerdo a los impulsores de esta idea, la garantía de un ingreso mínimo ayudaría a los ciudadanos afectados por la variabilidad de ingresos en la "economía temporal". En realidad esta idea es muy antigua, ya que en 1964 un grupo de académicos, pensadores y activistas sociales emitieron un documento llamado la "Triple Revolución", dirigido al entonces Presidente de los Estados Unidos Lyndon B. Johnson.

En este documento se advierte sobre los cambios en el empleo debidos a las tecnologías de "Cíber-automatización" y se propone crear un "salario universal" para todos aquellos desplazados por las nuevas tecnologías. El asunto no pasó a mayores.

Sin embargo a partir de esta idea el escritor de ficción especulativa Philip José Farmer creó una de las historias de ciencia ficción más crudas e impactantes de los años sesenta. En "Raiders of the Purple Wage" se presenta una sociedad en la que se ha implantado un ingreso mínimo ya que los robots fabrican todo lo que se necesita y nadie tiene que trabajar.

La sociedad dedicada al ocio se divide en una gran mayoría dedicada a la mayor permisividad sexual y a pasar el tiempo viendo una televisión interactiva. La minoría es una capa intelectual, engreída y de mente estrecha, que se dedica a participar en programas de televisión para explicar a los espectadores lo que acaban de ver. 

Los habitantes de esta sociedad viven en ciudades cerradas, en realidad nadie tiene deseos ni necesidad de viajar, ya que todo se puede ver en televisión. De manera críptica se menciona a un grupo de rebeldes que NO aceptaron el salario mínimo y viven fuera de estas urbes amuralladas.

Negotiis Diveros

Caso Volkswagen: Ayudando a la disrupción de la industria automotriz

Ni bonitos ni gorditos

En la última entrega, escribí sobre la posibilidad de una disrupción en la industria automotriz convencional impulsada los límites tecnológicos de los motores de combustión interna y un cambio de actitud de los consumidores ante la posesión y utilización de automóviles.

Y no había terminado de publicar la nota cuando estalló el escándalo de la compañía Volkswagen, la mayor compañía automotriz en el último año. Simplemente sus automóviles con motor diesel incluyen un programa que les permite "engañar" a las pruebas de control de emisiones ambientales de diferentes países del mundo.

Estos automóviles pasaban con nota sobresaliente la certificación sobre emisiones ambientales, sin embargo en condiciones normales de operación simplemente se convertían en máquinas de contaminación. El escándalo apenas va iniciando y simplemente todavía es difícil predecir en que va a terminar. Por cierto no solo la reputación de Volkswagen salió dañada y para efectos prácticos todas las compañías automotrices están bajo revisión.

Para los motores diesel pudiera ser el canto del cisne y haber perdido el favor de los consumidores. Los compradores de automóviles diesel habían hecho el sacrificio de comprar un automóvil ligeramente más costoso por conciencia ambiental. Hoy están decepcionados de esta tecnología y sin duda van a orientarse a los automóviles eléctricos. Y por cierto el Tesla para el público masivo debe estar disponible para el gran público en 2017.

Jingping va Washington

A diferencia de Deng Xiaoping, no se puso sombrero de vaquero

Y el Celestial Presidente Chino Xi Jingping visitó la capital de los Estados Unidos en medio de la expectación de varios asuntos pendientes:


  • El celestial camarada ha endurecido la represión en contra de la disidencia y ha abierto la hostilidad en contra de las "ideas occidentales" en los círculos académicos.
  • La economía china está perdiendo su ímpetu y en realidad nadie le da ya crédito a las cifras ni a la capacidad de sus dirigentes.
  • Las compañías occidentales ya están fastidiadas de los obstáculos para penetrar el mercado de ese país. 
  • Los temas de robo de propiedad intelectual y cíber ataques ya están llegando al nivel de confrontación.

Para iniciar el periplo, y en una muestra del poder de convocatoria, el camarada Xi, se reunió con los principales directives de las mayores empresas del mundo. Prácticamente no faltó nadie: Facebook, Google, Apple, Cisco, Microsoft e IBM.

Para estas compañías es mucho lo que está en riesgo:

  • Su participación en el mercado chino ha estado muy limitada y actualmente está sujeta a la aceptación de un compromiso de "colaboración" con el Partido Comunista.
  • El robo de propiedad intelectual y espionaje industrial es un tema que parece no tener fin.
  • Las grandes compañías de Internet, como Facebook, simplemente tienen vedado el ingreso a China y los más afortunados como Uber son obligados a tener una asociación con alguna compañía local protegida por los celestiales miembros del muy Celestial Partido Comunista.

Sobra decir que más que falsas promesas obtuvieron muy poco. A mediados de la semana, muchos de estos ejecutivos volvieron a coincidir con el Premier Chino en una cena en la Casa Blanca. Tampoco ahí obtuvieron mucho.

En esta ocasión utilizaron la piel de oveja


Créditos Fotográficos

photo credit: Xi Jinping via photopin (license)


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